Eduardo Fuentes conmueve con mensaje para su hija Alma

Eduardo Fuentes dedicó unas bellas palabras a su pequeña. Esto a raíz de su cumpleaños número cuatro. “Mis miedos no fueron más los que solían y los convertí en una estrategia para cuidarte a ti”, escribió el periodista, quien destacó que tanto él como su esposa solamente quieren que ella sea feliz.

Es el amor más puro de todos. Eduardo Fuentes conmovió este jueves con un mensaje dedicado a su hija Alma. A través de su cuenta oficial de Instagram (@fuentesilva), donde suma 481 mil seguidores, el conductor de televisión compartió un bello saludo para la pequeña a raíz de su cumpleaños.

“Hace cuatro años ya, justamente hoy, vi algo que me hizo re enfocar la vida por completo. Mis miedos no fueron más los que solían y los convertí en una estrategia para cuidarte a ti”, expresó el periodista, quien recordó lo primero que le dijo a su hija al momento del nacimiento, en septiembre de 2016.

“Fue lo primero que te dije cuando aún no tenías un par de minutos fuera del cuerpo de tu madre ‘Te cuidaré y amaré por siempre, déjame intentarlo al menos’. Y acá estamos, orgullosos y serenos, más con ardiente inquietud de verte crecer feliz.... feliz... feliz cumpleaños hija mía amada”, manifestó Eduardo Fuentes.

El animador destacó que “tu madre que te adora y yo queremos solo eso: que seas una mujer feliz. Y que vengan todos los vientos a festejarte y el sol brille con fuerza en tu camino y la luna siempre te acompañe por las noches. Incluso el frío sentirá ansias de estar a tu lado y sentir el amor que regalas con tus ojos brillantes y tus rulos mágicos”.

El gran amor de Eduardo Fuentes

Alma Fuentes es el fruto del matrimonio del popular comunicador con la periodista Andrée Burgat, con quien se casó hace casi 10 años atrás. De hecho, en noviembre cumplen una década desde su enlace.

A la pareja le costó tener hijos. La pareja se sometió a tratamientos de fertilidad durante seis años para poder convertirse en padres. Eduardo Fuentes reconoció que hubo momentos en que quiso dejar de intentarlo. “Muchas veces uno dice: Ya, esta es la última, porque la mujer se lleva una parte muy compleja del tratamiento, mucha inyección de hormonas; hay un desgaste emocional, físico y económico, y no puede seguir eternamente. Por supuesto que uno baja los brazos, se amilana, pero de pronto algo pasa, se abre una ventanita, escuchas algo, sientes algo y te decides a intentarlo de nuevo”, contó a la revista Mujer hace años atrás.

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