“Me agarraron del cuello”: Myriam Hernández confiesa que sufrió de violencia en un pololeo

La cantante decidió hablar por primera vez en televisión sobre la relación sentimental que casi acaba con su vida. Se trató de un pololeo que se extendió por cuatro años. “Sentí por primera vez que me podía morir”, reveló la intéprete de éxitos como “El hombre que yo amo” y “Se me fue”.

Un crudo relato marcó el capítulo de este miércoles del programa “Sigamos de Largo”. Myriam Hernández confesó que sufrió de violencia en un pololeo. Esto al ser consultada sobre el caso de Antonia Barra, joven que se suicidó el año pasado luego de ser violada y cuya historia ha marcado la agenda policial durante el último tiempo.

En conversación con Sergio Lagos y Maly Jorquiera, la cantante habló por primera vez en televisión sobre la relación sentimental que casi acaba con su vida. La intéprete de “La fuerza del amor” contó detalles del tormentoso vínculo amoroso que sostuvo durante cuatro años con un hombre, quien la agredió física y psicológicamente.

“Los primeros dos años era el príncipe azul. Los otros dos años empezaron las malas palabras (…) Tuve mucho miedo. Nunca hablé”, expresó Hernández, quien decidió revelar lo sufrido a raíz de la lucha que se está dando en todo el mundo por la violencia contra la mujer. “El movimiento que hay en todo el mundo me permitió abrirme, sentirme cómoda y con una responsabilidad también de exponer, de enviar un mensaje a todas esas mujeres que lo están pasando mal”, afirmó.

El momento más duro del testimonio de Myriam vino cuando Jorquiera le preguntó sobre el instante en que decidió finalizar esa relación. La artista reveló que su agresor, que hasta ese momento la había violentado psicológicamente, la agredió en términos físicos.

“Me dio miedo de que me pudieran matar. En un momento, sentí que me agarraron del cuello y no podía respirar. Sentí por primera vez que me podía morir”, desclasificó la cantante, generando el impacto de Sergio y Maly, a quienes les recalcó que, luego de aquel episodio, abandonó para siempre a ese pololo.

La intérprete indicó que “lo cuento para ayudar a muchas mujeres, que están viviendo violencia (…) Se lo he contado a mi hija para que sepa cuando se pasa el límite. No aceptar malas palabras nunca”.

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