Niño estuvo seis años desaparecido tras abandonar su casa: “Me fui por una estúpida discusión”

Conmoción ha generado el caso del joven británico Alex Batty, de 17 años, quien fue hallado con vida hace una semana en Francia seis años después de su desaparición en España. 

El joven, quien en 2017 tenía 11 años, se fue de su casa dejando una carta a su madre y abuelos. Ahora, entregó su primera entrevista a The Sun, donde reveló los motivos de su extensa huida. 

“Era un día normal y simplemente dije ‘bueno, es hora de irse’”, declaró Alex Batty junto a su abuela ya de vuelta en el Reino Unido. 

Al momento de tomar la difícil decisión, Batty contó que había tenido una discusión con su madre y decidió escaparse del alojamiento en los Pirineos donde habían llegado hace unos días. 

La historia de Alex Batty 

“Tuvimos una estúpida discusión sobre nada”, declaró Batty, aunque The Sun aseguró que el joven estaba cansadao de la vida hippie de su madre y abuelos. 

En su carta de despedida, Alex escribió: “Hola mamá quiero que sepas que te quiero mucho. Estoy muy agradecido por la vida que me has proporcionado en los últimos años. No te preocupes por ti, estoy seguro de que no te encontrarán. Tampoco te preocupes por mí, sabes que puedo cuidarme solo. Te quiero mucho, no te enfades conmigo. Con amor, Alex”.

Asimismo declaró que su relación con su madre no era buena. “Es una buena persona. Pero no es una gran madre. Simple y llanamente, para ser honesto. Simplemente no hace las cosas de madre que se supone que debes hacer”. 

“No es muy cariñosa y abierta. No escucha mucho a nadie. Se aferra a sus costumbres. Realmente no puedes cambiar sus creencias ni nada y eso es un dolor de cabeza con el que lidiar”, agregó. 

Eso sí, afirmó que la relación con su abuelo sí era buena: “Quiero a mi abuelo. Nunca conocí a mi padre, así que mi abuelo y mi abuelastro me han criado. El abuelo Batty es un gran tipo”, dijo. 

Batty fue descubierto por un conductor de reparto en el sur de Francia mientras caminaba de noche por un puente. Fue llevado a un hogar de acogida en Toulouse, donde se reencontró con su abuelo antes de volver a Reino Unido.

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