En De Tú a Tú, Martín Cárcamo tuvo una profunda conversación con Carmen Gloria Arroyo, quien se refirió al difícil abandono de su padre.
En esta conversación De Tú a Tú, Martín Cárcamo llegó hasta la casa de Carmen Gloria Arroyo, también como “La Jueza”, quien junto a su pareja, Bernardo Borgeat, abrieron las puertas de su hogar para hablar de los momentos alegres y los más difíciles.
Carmen Gloria habló sobre su infancia, diciendo que fue muy normal, pero que todo cambió una vez que su padre abandonó el hogar, sin ninguna señal previa de separación.
Explicó que su papá se desaparecía por muchos días, pero su mamá siempre le dijo que andaba trabajando, por lo que al momento de irse no pensó nada grave del asunto. “Se despidió igual como todas las mañanas, me dio un beso en la frente como lo hacía siempre, y salió”, comentó.
“Empezaron a pasar los días, que no era raro porque desaparecía, pero comencé a notar rara a mi mamá, muy deprimida, me parecía que lloraba y me empezó a preocupar. Hasta que un día nos dijo: ‘tu papá no va a volver, nos vamos a quedar acá. Vamos a seguir todo igual pero el papá parece que se va a quedar en el sur’. Me sentí traicionada”, detalló.
Para “La Jueza” un día que la marcó fue su graduación de 4to Medio. “Yo esperé ese día que él llegara. Estuve todo el rato con el cuello para atrás. Cada vez que entraba alguien, pensaba que iba a ser mi papá. Yo decía, hoy es el día. Hoy va a tener que aparecer, él sabe que esto es importante. Va a aparecer. Y no”, declaró Carmen Gloria.
En un comienzo Arroyo culpó a su madre, ya que pensaba que de alguna forma ella era responsable de lo ocurrido. “Fui súper injusta con mi mamá porque crecí con esa idea hasta los 17 o 18 años que yo busqué a mi papá, pensando en que mi papá no me iba a ver porque le tenía miedo a mi mamá”, señaló.
A los 17 años fue a buscar a su papá. “Me fui al sur sola, pensando en que estaba en el campo”,contó. Sin embargo, su padre no la recibió, por lo que decidió no buscarlo de nuevo.
“Me arrepentí tanto de haber desconfiado de mi mamá, que no era capaz de decirle ‘mira qué imbécil soy, pensé que tú no me dejabas verlo’”, explicó.
Más tarde, cuando ella tenía 21 años, él volvió a la casa y se quedó a dormir con ellas, pero al día siguiente se había ido de nuevo y esa fue la última vez que lo vio. Años después se enteró de su muerte al hacer un trámite en el hospital de Carabineros.
Si le tuviera que decir algo a su padre hoy, la abogada expresó: “te perdono, pero no sabes lo que te perdiste. Qué pena por lo que te perdiste. Nada más”.
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