En De Tú a Tú, Martín Cárcamo conversó con Maly Jorquiera, quien recordó la dolorosa muerte de su madre.
En este capítulo de De Tú a Tú, Martín Cárcamo abrió las puertas de su casa para recibir a los comediantes Sergio Freire y Maly Jorquiera, quienes hablaron sobre su historia de amor, sus familias y sus carreras televisivas.
Maly habló de sus años en El Salvador, donde vivió gran parte de su infancia. Además, recordó sus inicios en la televisión, repasando sus apariciones en teleseries de “Mekano” y sus roles en “Teatro en CHV”.
Maly se refirió a su madre, quien murió en 2006 por cáncer de mamas. “Yo arrancaba de mi casa. Lo digo con la culpa y la disculpa de que era joven. Tenía 21 años”, comentó.
Agregó que “teníamos la posibilidad de ir a buenas clínicas. Ella ya no sentía sabor, perdió olfato, el oído. Y cuando ya no nos quedaba más plata la metimos en un experimento, porque podían tener de forma gratuita medicamentos”.
Jorquiera habló de la difícil enfermedad de su madre, diciendo que “si yo estuviera esta edad, y mi mamá estuviera así, yo arrendaría una casa en la playa, cueste lo que cueste, la pongo mirando al mar con morfina, y no le haría lo que hicimos. Pero teníamos, mi hermana 19, yo 22, no entendíamos nada. Fue una muerte muy dolorosa”.
Recuerda que fueron dos años hasta su muerte. “La noche que supe, por mi hermano Pato, que mi mamá estaba desahuciada…no recuerdo una noche más horrible. Conectas con la muerte. Que esa persona que está ahí no la vas a volver a ver. Esa noche se me salían las vísceras, el alma, no sabía cómo…era muy fuerte saber que ya estaba, que se iba a ir, y que no estaba consciente para poder disfrutarla. Mi mamá hablaba tonteras, estaba delirando en el dolor”, detalló.
La actriz afirma que el día antes de su muerte, su madre presentó una leve mejoría, por lo que Maly decidió irse a casa de su pololo.
Al otro día, mientras se encontraba grabando, recibe una llamada de su padre, quien le informa de la muerte de su mamá.
Maly reconoce que le quedaron cosas pendientes. “En ese momento sí, pero después con el tiempo me terapié mucho, pero sí había muchos temas pendientes, tenía rabia”.
“Me fui de carrete. Súper evadía. La evasión tiene su costo. Cuando tú no vives los lutos, se repiten. Yo decía, tengo que limpiarme para ser una buena mamá. Igual la voy a embarrar, pero voy a hacer lo mejor que pueda. No quiero pintarle al Lucas una vida de fantasía. Me limpié de todas esas cosas. Ahora estoy súper bien, contenta de lo que soy y de lo que no soy”, finalizó.
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