Crónicas de la Patagonia: El licor de oro
- Por: Rocío Pérez Véliz
Acompañamos a Alipio Vera a recorrer la Isla Grande de Chiloé, donde conocerá las costumbres y los platos únicos de la zona. Todo esto y más en este nuevo capítulo de Crónicas de la Patagonia.
En este capítulo de Crónicas de la Patagonia, Alipio Vera recorre el mundo mágico de Chiloé, una tierra llena de costumbres y comidas muy distintas a las del resto de habitantes de Chile. La gastronomía local combina tradiciones indígenas con la influencia de colonos españoles y navegantes holandeses, creando unos platos muy novedosos.
En este viaje gastronómico conocemos una gran variedad de recetas, como la Cazuela Chilota, la cual incluye productos del mar, el Lloco, un contundente plato compuesto por carne de cerdo, milcao, sopaipillas, chicharrones y cuero de chancos, la chuchoca y las roscas chonchinas, las que cuentan con más de doscientos años de existencia.
El licor de oro
Pero hay una parada importante en Chonchi, ciudad ubicada en la Isla Grande de Chiloé. Una preparación típica de la zona se encuentra en peligro de extinción: El licor de oro. El más antiguo productor de ese brebaje, el profesor Tito Pinto Barrientos, no cuenta con seguidores de su nivel y experiencia.
Este alcohol dorado es una de las bebidas más antiguas de la isla de Chiloé. Este es preparado a partir de la leche cruda de vaca, la que es cortada por limón. A esto se le agrega alcohol puro, junto a azúcar y especias.
Los mayores compradores de este alcohol son los turistas, quienes se deleitan por la preparación de Tito Pinto, el único en entregarlo en ese nivel de calidad. Conoce todo esto y mucho más sobre la gastronomía chilota en el nuevo capítulo de Crónicas de la Patagonia.