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Dueño de casa en Cachagua se fue en picada contra Samuel Israel

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En Bienvenidos conversamos con Gabriel Biggs, dueño de una casa en Cachagua, quien se fue en contra de su arrendatario, el piloto de Rally Samuel Israel, tras realizar dos fiestas clandestinas en su propiedad y que hoy tienen a Zapallar con un brote de covid. 

El propietario señaló en nuestro matinal que su vivienda la puso en arriendo mediante la plataforma AirBnB, por lo que no tuvo contacto con el arrendatario, sin embargo luego se enteró que este era el piloto Samuel Israel.

Además, aseguró que en su vivienda se realizaron dos “carretes” masivos. El primero de ellos fue la noche de año nuevo, fiesta que provocó alerta en los vecinos del condominio, por lo que al día siguiente Israel fue advertido de esta situación, no sólo por ruidos molestos sino por no respetar los protocolos sanitarios establecidos en la plataforma AirBnB.

“En la primera fiesta hubo nada más que vecinos mías que vieron eso, no hubo fotos ni videos, que son las pruebas más importantes. El arrendatario pidió disculpas como si no hubiese pasado nada. Diciendo que eran menos de 30 personas, que a lo mejor se confundieron de casa y de fiesta", señaló Gabriel Biggs.

Sin embargo el segundo “carrete” ocurriría días después, generando el enojo del propietario del inmueble: “Dos días después se manda otra fiesta más, más grande. Ahí le mando a la policía. Y el arrendatario acepta la multa que le dan los carabineros y sigue con la fiesta. Espera que los carabineros se vayan y retoman la fiesta”, afirmó.

Samuel Israel continuó con la fiesta 

Según Gabriel Biggs, la historia se repitió dos veces. Los asistentes a la fiesta llegaron de a poco, entre 10 y 12 de la noche. “A las 12 y media y 1 esto revienta”, señaló, para después agregar que se trataban de alrededor de 150 personas en un inmueble de 120 metros cuadrados, espacio en el que caben máximo 40 personas.

Respecto a la fiscalización ejercida por carabineros, Gabriel Biggs los defiende: “La autoridad en ese momento hizo bien su trabajo, porque los carabineros llegaron hasta la puerta de mi casa. Pasa que al arrendar una casa, el arrendatario es el propietario de ese lugar, y eso claramente el arrendatario lo sabía, porque él no dejó que la policía entrara a mi casa”, aseguró.

“Porque mi idea era que en la segunda fiesta, era que la policía entrara y echara a toda la gente de mi casa. Y eso legalmente no puede, y eso claramente el arrendatario lo sabía, porque él agarró la multa, esperó a que la policía se fuera y retomaron la fiesta”, afirmó el propietario.

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