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Comercio ambulante: deben salir a trabajar para sobrevivir en cuarentena

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En Bienvenidos conocimos dos historias de mujeres que trabajan en el comercio ambulante y, a pesar de la pandemia, tienen que estar en las calles para sobrevivir.

La realidad del comercio ambulante es amplia y compleja. Se compone de hombres y mujeres de esfuerzo, que buscan en las calles la oportunidad de surgir y sacar adelante a sus familias, a través de la venta de diversos productos, sobre todo en tiempos de pandemia.

Así mismo lo constató Marisol Pérez, una comerciante ambulante que de profesión es paramédica, pero que hace cinco años debe trabajar afuera de la estación de Metro “Zapadores” vendiendo almuerzos. Lo mismo ocurre con Leonor Cepeda, quien se dedicaba a ser vendedora en un lugar establecido, pero ahora lleva trabajando cuatro años en el comercio ambulante. Ambas ven en la venta en las calles la oportunidad de sacar adelante a sus familias. Precisamente, las circunstancias las han llevado a trabajar de esta forma.

La realidad del comercio ambulante

Cuando un 26% de los chilenos trabaja de manera informal y más de 2 millones dejaron de ser personas de clase media para convertirse en ciudadanos vulnerables, es fácil entender por qué no se pueden quedar en casa y deben salir sí o sí para ganar su sustento económico.

Precisamente Marisol contó que “los bonos me sirvieron un montón el año pasado, solo que ahora ya llevamos casi un mes de pandemia y bono todavía no aparece ninguno. Es complicado, hay que salir a trabajar, aunque uno tenga miedo al contagio".

Leonor y Marisol confesaron que retiraron sus respectivos 10% y lo utilizaron para pagar distintas deudas y para tener qué comer en tiempos difíciles. Sin embargo, para este grupo cualquier ayuda se hace poca. Años de inestabilidad económica los mantienen en las calles para poder lidiar con diferentes gastos esenciales de la vida cotidiana.

Quienes están en las calles hoy dedicándose al comercio ambulante son personas que quieren surgir y que saben que quedándose en casa no podrán solucionar sus problemas. Por eso se equipan y salen a las calles con todas las medidas sanitarias, para tener un sustento para sobrevivir.

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