En Bienvenidos abordamos el impacto que ha generado en la comunidad cercana a Plaza de Armas, un culto religioso que durante las tardes se reúne en ese lugar sin respetar las medidas sanitaris, mientras la comuna de Santiago permanece en fase 2.
Son las cinco de la tarde y poco a poco los evangélicos se juntan en este punto neurálgico de la capital, tras un llamado realizado por el pastor Marcos Morales de la Iglesia Cruzada de Poder. Una de las cosas que más llama la atención, es que no existe distanciamiento social entre ellos y algunos no usan mascarillas.
Al conversar con algunos de los fieles presentes en la plaza, estos manifiestan alegría tras asistir a la reunión: “Hermoso. Llevo 30 años en el evangelio y lo más hermoso es servirle a Dios”, indicó uno de los fieles, quien no portaba mascarilla. Al respecto, señaló que se debía a un problema en su rostro, sin embargo luego afirmó: “Dios es el que da la vida y el que la quita”.
Otras de las fieles que asistió a la reunión expresó: “Hay mucha necesidad en las personas. Con lo que está sucediendo con la pandemia, hay mucha necesidad del alma”.
Conversamos con algunos transeúntes de Plaza de Armas, quienes se mostraron contrarios al culto religioso: “Yo no estoy de acuerdo con esto. Estamos en un momento en el que debemos cuidarnos. Yo soy una persona mayor y trabajo en la universidad, pero esto no puede ser. Esta aglomeración está incentivando a que esto se vaya reproduciendo mayormente. Yo tengo mi pensamiento religioso, pero tengo que respetar a los demás, ¿y cómo los respeto? Cuidándome y cuidando a mi gente”, señaló.
Otro transeúnte señaló: “Estamos en pandemia y en cuarentena. No era necesaria tanta gente reunida, y más encima en el centro de la capital donde pasa mucha gente, y que estén exponiendo a la gente a que nos enfermemos”, comentó, para luego agregar: “Ninguna fiscalización. O sea estamos pasando como si fuera cotidiano, como si estuviéramos de picnic”.
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