Don Héctor vive una pesadilla desde que los arrendatarios de su casa no quieren irse y lo tienen viviendo en una bodega en el mismo terreno.
Héctor Alquinta es un adulto mayor de 87 años que decidió hace un tiempo hacer dos casas en su terreno las cuales arrendó para poder generar ingresos que le permitieran vivir mejor, sin embargo, ese plan se vino abajo cuando dejaron de pagarle.
Hoy don Héctor debe pasar día y noche en una pequeña bodega ubicada al fondo del mismo terreno y ver a diario a quienes no le pagan ni un peso por vivir en una propiedad que le pertenece.
Hace un par de años Héctor arrendó la casa delantera a un matrimonio, tiempo después se divorciaron y el hombre con el que habría hecho el contrato abandonó la propiedad dejando a su exesposa quien dijo que no se iría de la casa porque el contrato no era con ella, con el tiempo lo hizo, pero dejó a su madre su pareja y su hermana.
Don Héctor dice que “esta gente está ahí no más, se tomaron el departamento no son arrendatarios no tienen condición de arrendatarios” el sobrino que lo acompaña comenta que “lo desplazaron y ahora mi tío está viviendo en un cuartucho de herramientas que está al fondo que es prácticamente como estar a la intemperie.”
Una pequeña habitación que don Héctor ha tenido que ir reestructurando para acomodarse, una cama, cocina, refrigerador y un mueble son las pocas pertenencias que pudo acomodar en unos pocos metros cuadrados.
Conversamos con una de las arrendatarias de la casa y le preguntamos si se va a dejar la casa, según ella, no habían tenido problemas con don Héctor hasta que apareció el sobrino que nunca habían visto antes.
El periodista reiteró la pregunta y la mujer dijo: “no si no hay problema, pero él está negando unos pagos que yo sí le he hecho” nos mostró unos recibos por distintos pagos, luego dijo que se iría de la casa pero que necesitaba un plazo para hacerlo porque el tiempo que estará ahí deberá pagarle “no soy sinvergüenza” aseguró.
Síguenos en