Crimen de Catalina y Rubén: Se decreta prisión preventiva para el sospechoso
- Por: Valentina Blanc
En Aquí Somos Todos conocimos detalles de la formalización del imputado por el crimen de dos hermanos en la comuna de El Bosque.
La fiscalía pidió la prisión preventiva para el único imputado por el crimen de Catalina y Rubén, hermanos que fueron asesinados en su hogar. La decisión se tomó debido a la gravedad de los delitos, el riesgo de fuga y que su libertad constituiría un riesgo para la sociedad.
Junto con esto, el Ministerio Público descartó que exista una inimputabilidad de Fernando Behm debido a una supuesta condición psiquiátrica. Además, el Ministerio Público aseguró que el imputado habría abusado sexualmente de la menor de 14 años.
Mientras se extienda la indagatoria, para lo cual se fijó un plazo de 7 meses, el imputado permanecerá en el centro penitenciario Santiago 1.
Se revelaron detalles de su personalidad
Durante la formalización se revelaron detalles relevantes sobre su personalidad y actuar, lo que podría dar luces sobre lo que ocurrió el día de los hechos.
La fiscalía señaló que el imputado usualmente utilizaba una mascarilla de Hannibal Lecter y le gustaba coleccionar cuchillos.
Asimismo, un informe psicológico que el sospechoso realizó para la postulación a un trabajo indica que no tenía problemas de control de impulsos.
Además, se indicó que le habría enviado un audio a su primo donde reconocería la autoría de los hechos.
Carlos Gajardo, abogado y ex fiscal, explicó que “no es una prueba decisiva, pero aporta (…) es una especie de confesión extrajudicial que es bastante útil para aprobar la autoría en un hecho de este tipo, no es suficiente, pero es un elemento importante que en su momento podría ser considerado”.
Por otro lado, la madre del imputado relató que su hijo se obsesionaba con algunas personas desde que era pequeño y que vivía en un mundo ficticio.
El doctor Eduardo Bronstein señaló que “para que una persona sea imputable tiene que tener alterado su juicio de realidad, eso significa que la persona pueda tener alucinaciones o delirios”.
“Sin embargo, lo que refiere la mamá en este caso es un mundo imaginario, algo más laxo, entonces los niños tienen en algún momento fantasías y son normales a cierta edad (…) pero lo que es radical es si la persona conserva su juicio de realidad”, agregó.