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Nos activamos por Darling para que pueda oír a su hija y seguir danzando

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En Aquí Somos Todos acompañamos a nuestra periodista Clarisa Muñoz a Peñaflor para para conocer el caso de Darling, una súper mamá de 24 años que padece de hipoacusia bilateral severa, lo que provoca que prácticamente no pueda oír. 
 
“Se dieron cuenta alrededor de los ocho años, porque escuchaba la tele muy fuerte, cambiaba las palabras. Sufrí de bullying de compañeros, me decían que era la sorda, cosas así. Es un tema súper complejo porque uno lo tiene, pero no lo habla”, reveló Darling.
 
 
Además, agregó que “al final yo me siento agradecida porque si hablo es gracias a ella, porque no se lo debo a una fonoaudiologa, no se lo debo a una psicóloga, no se lo debo a nadie más que a mi mamá. Las mamás acostumbran, si saben que sus hijas tienen esta dificultad, los encierran en el mundo de que no pueden socializar, de que no pueden hacer una vida normal, entonces se les atrofian sus cuerdas vocales y no pueden hablar y ahí ocurre que queda uno como sordomudo, porque uno nace sordo pero no mudo”.

 

Pasión por la danza

Cuando Darling terminó el colegio quiso cumplir su sueño, uno que parecía imposible para otros, pero para ella esa palabra no existe. “Seguí siendo terca y audicioné para estudiar licenciatura en danza. Empecé mi semestre de danza, me iba súper bien, estaba súper entusiasmada, súper motivada, hasta que se dieron cuenta que yo en ese tiempo usaba audífonos intracanales. Llaman a mi mamá que era mi apoderada y le dicen que me tenían que cambiar de carrera”, confesó.
 
 
Ese fue un duro golpe para la joven, ya que la danza es su pasión, pero volvió a levantarse de este duro momento y esta vez lo hizo acompañada de su hi“Fui mamá hace al rededor de dos años y ahora que yo he vivido la maternidad y a pesar de todo esto, ella es un todo, cuando ella se despierta, las desveladas, es como un amor, como un osito”..  
 
El embarazo de Darling no la detuvo y con ocho meses de gestación decidió nuevamente volver a perseguir su sueño en la danza. “Tenía ocho meses y medio y con una panza gigante fui a audicionar al BAFONA y me quedé solamente en el ballet folclórico de Chile (BAFOCHI) y ahí llevo bailando un par de años ya”, nos contó la joven.
 
Hoy para poder pagar sus gastos Darling vende peluches como colera en una feria, sus ingresos no son suficientes para poder pagar un nuevo audífono que le permita desenvolverse sin problema. Por esto mismo, hoy nos activamos por su caso, para que pueda escuchar a su hija día a día y además, pueda vivir su sueño de danzar.
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