En Aquí Somos Todos nos activamos por un nuevo caso que tiene que ver con el sueño de la casa propia. Decenas de familias reclaman el deterioro del edificio en donde viven, lo curioso es que el inmueble es casi nuevo y, además, los gastos comunes no paran de subir.
Las familias protagonistas de esta historia residen en el edificio Nuevo Porvenir, ubicado en Santa Helena 998, Santiago Centro. Fue entregado en el año 2016 y su costo oscila entre los 60 y los 100 millones de pesos. Sin embargo, ni el valor ni tampoco su tiempo de existencia han sido sinónimo de calidad, porque sus habitantes no han parado de tener problemas: filtraciones, explosión de las calderas e inundaciones de inmuebles, son algunas de las complicaciones a las que se han tenido que enfrentar.
Pero eso no es todo, porque también reclaman el aumento de gastos comunes.“Los gastos comunes han aumentado muchísimo. Yo comencé pagando 35 mil pesos, y ahora estoy pagando hasta 70”, cuenta Oriana Colmenares, una de las arrendatarias del edificio.
Apenas se entra al edificio en plena recepción, existe una filtración que deja parte de su techumbre al descubierto. También se observan problemas en la entrada a la sala multiuso, en donde existe un desprendimiento en el techo, cuya data es de comienzos de la pandemia, dejando expuestos todo tipo de cables y cañerías. “Este es el esfuerzo de toda nuestra vida, el esfuerzo que uno pone día a día, el pan de cada día para poder lograr esto”, se lamenta Felipe Pavez, dueño de uno de los departamentos.
Conversamos con Rosendo Morgado, dueño de uno de los departamentos, quien se mostró muy afectado por toda esta situación: “Catorce veces hemos sido víctimas de cortes de agua, ya sea por reparaciones, rebalses o filtraciones, y nadie nos ha indemnizado nada ni han dicho absolutamente nada. Cincuenta años de trabajo, cincuenta años de labores en educación están todos invertidos aquí, porque ya a mi edad no me dan crédito hipotecario”, aseguró.
Finalmente conversamos con Héctor Silva, administrador del edificio: “Las calderas explotaron, literalmente como en una película. La sala de calderas hubo que hacerla de nuevo, prácticamente. Solamente en ese ítem el edificio se ha gastado 30 ó 35 millones, esos gastos van a gastos comunes, y la inmobiliaria no se ha hecho cargo de nada”, aseguró el hombre, por lo que los gastos comunes han subido, en algunos casos, desde los 70 mil a los 120 mil pesos.
Intentamos conversar con la inmobiliaria, pero ellos se negaron.
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