En Aquí Somos Todos conocimos una historia de gran solidaridad, hablamos de una panadería solidaria impulsada por el cura Ignacio Ggramsch.
El padre Ignacio pertenece a la Parroquia San Alberto de Sicilia y junto a tres voluntarias se motivaron por el bien común. Los 365 días del año Ignacio es el párroco de la iglesia, pero también los miércoles, jueves y sábados se convierte junto a su equipo en el cura panadero.
Él se convirtió en panadero porque vio una necesidad concreta, muchos de sus vecinos de Recoleta no tenían para comer por la crisis económica, por lo que decidió llevar pan gratis a sus mesas.
Junto a tres voluntarias, el cura Ignacio hornea más de 8 mil panes mensuales, él mismo los reparte en su auto a 340 familias de distintas poblaciones y su ayuda es más que valorada por la comunidad.
"Comenzamos acá mismo en la parroquia, en el comedor y en la cocina de la parroquia, porque cuando empezó la pandemia, gente de nuestro sector incluso gente de aquí mismo de la iglesia se quedó sin trabajo, no se podía ir a comprar, los adultos mayores tenían complicaciones", recordó el cura, quien manifestó que a una de las panaderas se le ocurrió la idea de comenzar a hacer pan para quienes más lo necesitaban.
La panadería solidaria corría peligro, ya que los recursos económicos el último tiempo han ido en picada y los insumos para la producción de pan no estaba asegurada. De hecho, la harina estaba contemplada solo para producir hasta el próximo miércoles.
No podíamos abandonar ni al párroco ni a quienes son beneficiados con su maravillosa iniciativa. Gracias a una gran cadena de favores y a los corazones solidarios logramos juntar más de dos toneladas de harina y donaciones que permitirán seguir haciendo este sueño una realidad.
Revisa en detalle esta historia de solidaridad.
Síguenos en