El periodista Alipio Vera conoció a recolectores de cochayuyos que aseguran extraer esta alga de forma amigable para el medio ambiente.
El periodista conoció todas las etapas y detalles para aprovechar los recursos del mar, como las granjas marinas, que son verdaderos cultivos que permiten producir de manera sustentable esturiones, choritos y cochayuyo.
En el caso del famoso cochayuyo, que está presente en casi los 5 mil kilómetros de costa que tiene nuestro país, ha sido un alimento conseguido por una actividad extractiva, lo que genera daños para el ecosistema. Es por eso que, tanto académicos universitarios como humildes recolectores de esta alga, han aprendido a cómo consumir y colaborar a una industria alimentaria sin afectar al medio ambiente.
El equipo de Crónicas de la Patagonia llegó hasta Caleta San Pedro, en la provincia de Osorno, para conversar con los pescadores recolectores de cochayuyos.“Los recolectores de cochayuyos ya no arrancan la planta completa, cortan solo los tallos para que salgan nuevos brotes”, explica Alipio Vera en relación a la lección que estos pescadores han aprendido sobre proteger los recursos marítimos.
El gerente de Seaweed Place, industria encargada de elaborar diferentes productos a base de esta alga, cuenta que el cochayuyo tiene propiedades nutricionales, y que incluso ayuda a bajar el colesterol.
Ya recolectadas unas 100 toneladas de cochayuyo fresco, se procesa antes las 12 horas de cortadas en el mar, para luego pasar a un proceso que incluye lavado, cortes, deshidratación, y molienda para harina que se emplea en pan, tallarines panqueques, incluso chocolate.
“Por ahora el mercado asiático presenta la mayor demanda del cochayuyo, en cambio en Chile recién está despertando el consumo”, explica Alipio Vera
Finalmente, el equipo junto a Alipio se reunieron con el chef Cristián Rivera, que ofreció unos platos particulares: canapés y fetuccini con salsa boloñesa, que posee un alto porcentaje de cochayuyo, y una ensalada llena de productos marinos.
“Se sienten muy frescas, como si recién las hubieran sacado del mar”, dijo el periodista, para luego sorprenderse con un chocolate hecho de esta magnífica alga chilena.
Revisa aquí el curioso momento de Crónicas de la Patagonia.
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