La historia de una mujer que se casaba con policías y los asesinaba con anticongelante de auto
- Por: Matías Llanca Muñoz
La siniestra historia de Julia Lynn Womark, también conocida como Lynn Turner, quien habría matado a sus dos maridos policías de la misma manera: poniendo anticongelante de auto en sus bebidas haciéndoles creer que eran "tés dulces".
La sospechosa, Lynn Turner, fue descubierta por la madre de uno de los difuntos, Kathryn Turner, quien se encontraba leyendo avisos fúnebres cuando descubrió la similitud de los casos y destapó sus horrendos crímenes.
En eso estaba la mujer el 23 de enero de 2001, cuando se enteró del fallecimiento de Randy Thompson, en ese entonces novio de Lynn, a quien ya conocía, pues también había sido novia de su fallecido hijo.
"Esta chica no tiene suerte con los hombres", pensó en un principio. Sin embargo, a medida que indagaba más sobre el caso, una información encendió la alarma de Kathryn: el difunto era un policía del condado de Forsyth, Georgia, de apenas 32 años, quien habría muerto por "causas naturales".
Aquí fue cuando Kathryn encontró la similitud con la muerte de su hijo Maurice Glenn Turner, joven y policía como Thompson, que también había muerto por "causas naturales" hace seis años cuando justamente estaba casado con Lynn.
Una misma mujer y dos jóvenes policías muertos por causas naturales es mucha coincidencia, se dijo en ese entonces la señora Turner, por lo que tomó el teléfono y llamó a la policía del condado de Forsyth.
La muerte de Maurice Glenn Turner
Glenn había faltado al trabajo debido a una fiebre alta y un dolor de estómago paralizante. Lynn también faltó al trabajo para atenderlo y lo alimentó con lo poco que Glenn podía ingerir: sopa, gelatina y té dulce.
El 3 de marzo, cuando volvió de hacer las compras, Lynn encontró a Glenn muerto en la cama. Según el certificado de defunción, había muerto como consecuencia de una gripe que le provocó una arritmia cardíaca y terminó en infarto.
El segundo caso: Randy Thompson
Después de algunas complicaciones en su matrimonio y la decisión de tomarse un tiempo, Randy y Lynn hicieron una “salida de solteros”, para lo que dejaron a sus hijos con una niñera en la casa de Lynn.
Después de la cena fueron a la casa de Randy para pasar la noche juntos. Tomaron algunas copas y el policía empezó a sentirse mal, para aliviarlo, Lynn le dio dos tazas de té dulce. Para la mañana, Randy tenía vómitos y fiebre, todos los síntomas de una gripe. Lynn lo dejó en la cama y volvió a la tarde con sopa de pollo y más té dulce.
Randy se durmió, pero no despertó la mañana siguiente. Murió durante la noche, cuando Lynn había ido a su casa a cuidar a los pequeños.
Asesina al descubierto
Después de escuchar el relato de la señora Turner sobre la muerte de su hijo y ver las coincidencias del caso con la muerte de Thompson, la policía del condado de Forsyth decidió realizar una autopsia.
El examen de los forenses aclaró todo: en la sangre de Randy Thompson encontraron vestigios de etilenglicol, una sustancia líquida, inodora y de sabor dulce que se utiliza para la fabricación de anticongelante de automóviles.
Este resultado llevó inmediatamente a la investigación de la muerte de Glenn Turner, que luego de la exhumación de su cadáver, se encontraron restos de etilenglicol en lo que quedaba de sus riñones seis años después.
Juicio final
Lynn Womark fue declarada culpable por el asesinato de su primer marido, Maurice Glenn Turner, en 2004. Tres años después, ya en prisión, volvió a ser acusada de la muerte de su segunda pareja, Randy Thompson, donde también la declararon culpable por homicidio.
Se probó que había envenenado a Glenn y a Randy de la misma manera: poniendo anticongelante en sus bebidas, probablemente los tés dulces que ella les había preparado a los dos cuando se sintieron enfermos.
Si bien la pena fue de muerte, luego de una apelación fue cambiada a cadena perpetua sin libertad condicional.