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Fernanda Salazar cuenta por qué optó por invertir sus apellidos: "Mi padre nunca estuvo"

  • Por: Matías Llanca Muñoz
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La actriz Fernanda Salazar, conocida anteriormente como Fernanda Ramírez, dio a conocer a través de redes sociales que cambió el orden de sus apellidos para honrar el linaje de su madre.

El pasado 9 de junio, la actriz de la teleserie de Mega, "La Ley de Baltazar", contó que realizó el trámite de cambio de su apellido legalmente, tomando el de su madre como el primero. Esto a partir de una "deuda" que tenía con su mamá, ya que su padre nunca estuvo presente. 

Incluso, de acuerdo a Meganoticias, ella misma hizo un pedido al canal para que en los créditos de la nueva producción de Mega apareciera como "Fernanda Salazar", dejando atrás el apellido Ramírez en todos los sentidos. 

Un padre ausente

En conversación con LUN, la actriz entró en más detalles de esta importante decisión personal, añadiendo que tuvo un padre ausente y que, debido a esto, no siente que su apellido paterno la identifique como el materno.

"Mi padre lamentablemente nunca estuvo presente, pero llevaba su apellido. No sentí ningún vínculo con ese nombre. A él lo conocí a los 16 años y nunca más tuve contacto", explicó la actriz al mencionado medio.

Por ello, la imagen materna y paterna la tuvo en Marianela, su madre, además de sus abuelos, en una casa familiar de la comuna de La Cisterna

La relación con su madre

"Ella fue una madre soltera en los 90 y eso era difícil. Trabajó mucho como secretaria ejecutiva en el Ministerio del Trabajo, el Banco Santander y Sura", contó. 

De tal manera, con el cambio de apellido, la actriz busca darle "reconocimiento" a su labor como madre: "Siempre estuvo presente cumpliendo el rol de madre y padre. No permitió que la ausencia del padre fuera un tema"

Por su parte, Marianela reaccionó contenta y orgullosa de la decisión de su hija. "Hoy tengo con ella una relación muy bonita", agregó Fernanda. 

Los cambios de apellidos

Finalmente, la actriz comentó que hace tiempo tenía esta idea en su mente pero que, con los avances legales, facilitó este proceso que era más engorroso.

"Antes de la Ley era complicado. Había que contratar un abogado y costaba caro. Aunque nunca sentí el apellido Ramírez, comencé a trabajar con él", manifestó.

“Con la nueva ley realicé trámites porque sentía una deuda con mi mamá: era una forma de darle importancia a mi círculo, a la familia materna que me dio todas las herramientas para ser quien soy”, cerró. 

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