Motoquera con discapacidad recorre todo Chile en moto: le dijeron que no caminaría más
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En 2016, la motoqueraSusana Hermosilla sufrió un accidente en carretera cuando venía en su moto desde un evento a beneficio en Quillota, tras lo cual los médicos le dijeron que no podría caminar más a raíz del daño medular.
Sin embargo, esto no fue impedimento para ella, y tras un proceso de rehabilitación logró volver a caminar, y ahora la chilena se dedica a recorrer Chile y Sudamérica en su motocicleta.
“Viajé sola, lo que fue el sur de Sudamérica. Recorrí Chile entero desde Tierra del Fuego hasta Visviri (Región de Arica y Parinacota). Todavía no termino el viaje del norte, lo que es el sur de Sudamérica lo recorrí”, señala.
Aunque dice que hacer esto no es nada fácil, y que debe adaptar su motocicleta al tener discapacidad.
“Todavía uso muletas y manejo motos. Tengo fuerza en mi pura pierna derecha, la izquierda mueve el pie y con ese paso los cambios, pero todo el peso lo mantengo en mi derecha. Mi moto tiene símbolo de discapacidad, está adaptada para poner mi muleta. Tengo carnet de discapacidad para el resto de mi vida”, cuenta la mujer, conocida por su apodo “Tormenta”.
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La quilpueína Susana Hermosilla, que también se dedica a vender parches para motoqueros, sufre de dolores crónicos, y su situación en la columna es complicada.
“Cada vez que manejo tengo que llegar a ponerme unas máquinas de corrientes en la columna para poder anestesiarme, para poder caminar al día siguiente. Generalmente, después de una ruta larga, llego derecho a pabellón para hacerme una infiltración de médula”, dice.
Pero a pesar de esto, afirma que “me hace mucho daño a la espalda manejar motocicleta, pero me haría un daño más grande al alma si yo me bajo de ella”.
Proceso de rehabilitación
Tras su accidente en 2016, cuenta que fue derivada al Hospital San Martín de Quillota, donde le diagnosticaron lesiones leves y la mandaron para su casa. Pero en su hogar su estado empeoró, por lo que fue derivada al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.
“Resulta que yo estaba con cuatro vértebras fracturadas en la columna. Me derivaron a 4 meses de hospitalización de neurocirugía en el (Hospital) Van Buren. Me dio parálisis, me dijeron que no volvería a caminar por daño medular, tuve traumatismo medular, fracturas en la columna y daño interno”, explicó.
Pero pese a que los médicos le dijeron que no podía caminar más, ella no se dio por vencido y comenzó a ver tutoriales en Youtube para poder mover las piernas. Luego, la ayudó un amigo motociclista que era kinesiólogo. Tras lograr pararse, logró conseguir ir a un proceso de rehabilitación.
Dice que jamás se le pasó por la mente que no iba a caminar más: “Siempre creí en mí, siempre tuve la fe de que me iba a levantar”.
Ahora, usa la misma motocicleta que le llegó de regalo de Santiago el mismo día que le dijeron que no podría caminar más. “Mi moto se llama “Esperanza”. Cuando la vi yo dije ‘no, yo camino, tengo que manejar eso’”, dice.
La vida de una motoquera
Según cuenta, los motoqueros suelen hacer eventos en apoyo a la comunidad, como platos únicos o encuentros de moto. Además, señala que forman redes de apoyo. De hecho, ella ha sido ayudada por "Hell Angels" y otros clubs en sus recorridos.
Susana es además fundadora y presidenta del motoclub “Faraonas”, donde mujeres motoqueras se reúnen. Señala que antes había mucho machismo, por lo que eran muy pocas, “pero en la actualidad no. Queda, pero no es tanto”.
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“Todas las chiquillas han llegado ya sea porque les gusta las motos, o porque tuvieron problemas en su vida, como violencia intrafamiliar. Muchas compartimos los mismos temas. Y una forma de levantarse del daño que tuvimos fue la motocicleta, salir de todo ese hoyo de depresión se convirtió en una puerta gigante a nuestra moto”, dice.