María José Rojas, la skater que le dio a Chile un número 1 en Estados Unidos

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A mediados de 2020, María José Rojas se hizo conocida por ser la skater que debía practicar el deporte en su casa a causa de la pandemia del Covid-19. 

Ahora, con menos restricciones, la joven de 25 años se prepara en Estados Unidos rumbo a la clasificación de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021

En medio de esta preparación, la chilena participó en el Miami Open realizado hace unas dos semanas semanas atrás en el skatepark Lot 11 de Miami, en el que compitieron personas de distintas partes del mundo.

Allí, María José obtuvo el primer lugar en su categoría skate street, es decir, con obstáculos que se pueden encontrar en la calle como escaleras, pasamano, gap. La joven ganó entre concursantes de México, Colombia,  República Dominicana, Estados Unidos, Puerto Rico, etc.

Me sentí bacán (al ganar). Iba concentrada en que tenía que rendir bien”, señaló la joven, quien ya se venía preparando en un concentrado realizado en California y San Diego con un duro entrenamiento. 

La deportista ha entrenado durante años para poder ver su nombre en junio de 2021 dentro de los clasificados para los Juegos Olímpicos, un camino que no fue fácil tomar.

Inicios en el skate: “Veía videos en youtube y los ponía en práctica”

“Cote” Rojas, oriunda de La Cisterna, cuenta que sus inicios en el skate se remontan a cuando su padre le regaló su primera tabla, a la edad de 14 años. En ese momento, comenzó a ver trucos en Youtube que luego practicaba.

“Mi papá tiene una empresa de seguridad y viajó al norte a comprar unas cosas para la empresa. Y cuando volvieron nos trajeron regalos a todos los hijos”, indicó.

A mi me trajeron el juguete (el skate). Mi mamá salía a barrer la calle día por medio, y ahí yo salía a practicar. Veía videos en youtube y ahí los ponía en práctica”, explica.

Skate profesional

Según señala, empezó en el skate en 2010 “como un juego”. Sin embargo, todo cambió cuando en 2015 participó en un mundial en Ecuador y quedó para sorpresa de ella en segunda posición. 

Entonces dije ‘quiero dedicarme a esto’. Pero tenía el dilema de si me iba a dedicar a eso al 100% o iba a estudiar algo”, explica. 

Explica que entró a estudiar bioquímica un semestre, y al otro decidió dedicarse totalmente a patinar. “Pero no me funcionó, porque en Chile las mujeres no pueden vivir del deporte, por lo menos en el skate”, dijo.

Finalmente, ante este obstáculo, María José estudió Recursos Humanos en la USACH. Sin embargo, luego se enteró de una noticia que la haría decidirse definitivamente por su pasión.

Se dio a conocer que el skate iba a ser deporte olímpico, y desde el 2017 empecé a dedicarme full skate profesionalmente, y en el 2018 empezó la carrera para los juegos olímpicos”, carrera en la que está hoy.

“Con el skate siento libertad”

La joven deportista señala que el skate “es un deporte más cultural. Y en base a eso es como un mundo que se abre, el mundo de la fotografía, del arte, el mundo callejero, el mundo del skatepark. Hay distintas formas de expresión del deporte que me gustan”.

Es un mundo súper entretenido y en el que uno puede conocer muchas culturas también cuando viajas”, explica.

Además, señala que su relación con este deporte le ha entregado muchas cosas a nivel personal y valórico.

“Por ejemplo, el tema de la superación personal, es una de las cosas más importantes que te entrega el skate. O la perseverancia, luchar por tus sueños o por las cosas que uno quiere”, dice.

¿Qué siento cuando ando en skate? Siento libertad. Siento que todos mis problemas se aíslan y que soy feliz superándome a mi misma y siendo perseverante en algo que me da placer”, expresa.

Sexismo en el skate

La joven explica que “Chile tiene una cultura machista, y el deporte no se ve excluido. Y el skate es un deporte que se lleva de manera masculina”.

Los sponsor son hombres, los dueños de marcas son hombres, la gran mayoría de la gente que patina en nuestro país son hombres. A los hombres les dan dinero y a las mujeres les dan sólo productos”, ejemplifica.

También explica que este sexismo se da entre los mismos skaters: “No es como que todos los chiquillos nos apañen.  (Algunos skaters) se burlan. Se burlan de las chiquillas porque se caen, les dicen que se vayan del skatepark porque no saben andar”, dice.

Esta discriminación se acentúa con el prejuicio social y erróneo con el que los skaters deben vivir a diario. “Yo voy al supermercado y me siguen los guardias, porque creen que voy a robar”.

Por eso, María José tiene como propósito también contribuir a quitar estas barreras y prejuicios. 

“Mi misión es mostrar que las mujeres podemos y que tenemos las mismas capacidades”, dice. “Cuando yo sea más grande me gustaría hacer charlas para contar mi experiencia y motivar a que más niñas no vean (el sexismo) como impedimento para practicar el deporte”, explica.

 

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