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Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: El sistema sigue en deuda con nosotras

  • Por: Constanza Khamis
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Por María Belén Ferreira Brisso, abogada especializada en derecho de familia y violencia hacia la mujer y fundadora del estudio jurídico Mater Juris.


En un nuevo año en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, no podemos hablar sobre avances en esta materia ni de un mejor escenario para nosotras, pues el machismo continúa gobernando.

El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género confirma que, a la fecha, en Chile se registran 37 femicidios consumados y 189 femicidios frustrados, cifras no menores y que hablan del fracaso de las políticas públicas en materia de violencia hacia la mujer.

Por otro lado, las mujeres tienen múltiples obstáculos a la hora de denunciar, cómo, por ejemplo: el miedo y los cuestionamientos que hace la sociedad a su relato, no contar con los recursos económicos para salir del hogar común ni tampoco con redes de apoyo, lo que muchas veces las lleva a desistir del proceso.

La sensación de muchas de las mujeres que atiendo a diario es que la justicia protege más a los agresores que a las víctimas, pues se sienten cuestionadas y violentadas por las instituciones, quienes no otorgan mayores garantías de protección a su integridad física y psíquica.

El caso es peor cuando existen hijos en común, ya que las medidas cautelares no se extienden a ellos y, por ende, aún puede haber régimen de visitas. A diario veo en tribunales cómo algunos jueces permiten que padres con antecedentes por violencia intrafamiliar, puedan ver a sus hijos/as, vulnerando y poniendo en riesgo su integridad tanto física como psicológica, ya que estos utilizan los periodos de visita como oportunidades para ejercer violencia.

Lamentablemente, para quien suscribe, el problema de base es estrictamente cultural y estructural, los estereotipos de género se traspasan a lo jurídico, lo que impide que las mujeres se sientan protegidas por la ley, sino que cuestionadas.

Es necesario que se incorporen dentro de los programas educacionales la equidad de género, ya que para cambiar la mentalidad de una sociedad debemos comenzar con la educación y por ende, con los más pequeños. Asimismo, hago un llamado a eliminar el prejuicio de que las mujeres que “perdonan a su agresor, son tontas o aguantan que les peguen”, ya que para salir del círculo de la violencia se requiere ayuda multidisciplinaria, que lamentablemente nuestro país no es capaz de entregarles. 

La violencia contra las mujeres es responsabilidad del Estado, ya que de ellos depende generar todos los recursos posibles para prevenirla, sino todas las muertes serán en vano.

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