¿Por qué la piel se reseca en invierno?
- Por: Constanza Fernández
Se empieza a acercar el invierno y hay que tener en cuenta que, junto con el frío, durante esta época la piel resulta afectada por el viento y por el contraste entre las bajas temperaturas del exterior y la calefacción puertas adentro.
Todo esto provoca resecamiento y descamación, además de contribuir a la pérdida de humedad, lo que agrava su condición.
Cuidar la piel en invierno es clave para que pueda cumplir con sus funciones esenciales para con nuestro organismo porque ante la hostilidad ambiental la piel sufre intensamente.
Este tipo de clima provoca que los vasos capilares presentes en el cutis se contraigan, impidiendo que el oxígeno y los nutrientes lleguen adecuadamente a la dermis. Además, las células muertas tienden a acumularse en mayor medida, generando una sensación tirante y áspera.
Cuidado de la piel de tu rostro y manos en invierno
La piel del rostro y de las manos es la que más sufre durante el invierno, ya que es la que está más expuesta al frío. Por eso, para evitar rojeces, capilares dilatados y resequedad hay que dedicarle más atención durante esta temporada.
- Cambiar tu crema de día por una fórmula más nutritiva es una manera de proteger mejor la piel de la cara. Siempre conviene aplicar una crema de textura más rica y que incluya activos hidratantes y reparadores de la barrera cutánea.
- En el caso de las manos, que suelen resecarse mucho debido a la falta de glándulas sebáceas y al contacto permanente con el agua y el jabón, lo ideal es optar por una crema con efecto barrera, que las protege de las agresiones externas y reduce la aparición de grietas.
Tips para cuidar la piel de tu cuerpo durante el frío
Aunque estemos usando capas de ropa y creamos que durante el invierno, la piel de nuestro cuerpo no se ve afectada, no debemos olvidarnos de ella, ya que también necesita cuidado y protección:
- Hidratar toda la piel del cuerpo después de la ducha: esto refuerza el manto hidrolipídico y frena la salida de agua.
- Enfocarse en codos y rodillas: hay que compensar la sequedad extrema de estas zonas usando una textura más untuosa.
- No olvidar los pies: aprovechar el momento de poner la crema para masajear bien la planta de los pies y los dedos, así el producto se absorbe más.
- Ropa de algodón: el roce con fibras sintéticas y lana puede resecar aún más la piel.