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Método mewing: Aprende a marcar la mandíbula y reducir papada

  • Por: Constanza Fernández
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El método mewing consiste en realizar una serie de ejercicios con el objetivo de marcar la mandíbula y reducir la papada.

La técnica lleva el nombre de su creador, el Dr. John Mew, un ortodoncista británico para quién la posición de la lengua sería clave para obtener una mayor salud dental y mejor la forma del rostro.

“El mewing es una técnica que se popularizó a través de las redes sociales y se propone como un método para mejorar la apariencia facial y la salud bucal mediante el fortalecimiento de los músculos faciales y la corrección de la posición de la lengua en la boca”, explicó a Elle, Yvette Pons, especialista en morfofisiología estética.

En qué consiste el método mewing

Este método se trata de realizar diferentes ejercicios para conseguir tener la lengua en el paladar superior de la boca, justo detrás de los dientes frontales superiores, en lugar de dejarla caer.

“Esta es la posición correcta que debería tener siempre, hasta cuando dormimos, salvo al masticar y al hablar”, asegura la especialista.

Realizar esta posición guía los huesos maxilares superiores hacia delante y lateralmente por lo que promueve un desarrollo facial más armonioso y equilibrado. “También ayuda a tensar los músculos sublinguales y de debajo del mentón. A la vez, previene problemas como la apnea del sueño por la respiración bucal, así como una mordida incorrecta”, asegura Yvette Pons.

Cinco ejercicios que propone el método mewing

Centrándose principalmente en la posición de la lengua y la postura del rostro, estos son algunos de los ejercicios que propone:

Este es uno de los ejercicios más reconocidos del mewing. Consiste en colocar la lengua en la parte superior de la boca, presionándola levemente contra el paladar. Lo ideal sería mantener esta posición de la lengua durante todo el día.

Una vez se tenga interiorizada la colocación de la lengua en el paladar superior, se puede progresar aumentando la presión ejercida por la lengua,sin tensión excesiva. La recomendación es intentar mantener esta presión constante mientras se realizan otras actividades.

La respiración nasal es otra parte importante del mewing, ya que podría ayudar a mantener la lengua en la posición correcta y promueve un desarrollo facial adecuado. El método sugiere respirar, exclusivamente, por la nariz en lugar de la boca.

Además de la posición de la lengua, el mewing también se centra en mantener una postura facial adecuada. Lo que implica mantener la mandíbula relajada, los dientes en contacto, pero sin apretar. Y los labios, suavemente cerrados, con la lengua descansando en el paladar superior.

Para realizar la función de tragar necesitamos que la lengua se apoye con presión en el paladar. “Cada vez que bebamos líquido durante el día, mantenerla durante dos segundos entre trago y trago sin perder la presión”, recomienda Yvette.

Beneficios del mewing

Aunque se asocia a mejoras estéticas, tener una correcta posición de la lengua es fundamental para la salud general.

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