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Las madres prefieren a los hijos (hombres): ¿Mito o realidad?

  • Por: Genesis Muga
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Lo escuchaste o lo viviste. La frase de ninguna forma te es ajena, porque sucede en casi todas las familias. A veces, las actitudes de las madres delatan la preferencia de sus hijos por sobre sus hijas.

Hace décadas, estudios como The Demand for Sons: Evidence from Divorce, Fertility, and Shotgun Marriage "confirmaban" esta teoría.

Y es que, luego de investigar el documento a una muestra promedio de 150 madres de Estados Unidos, la conclusión certificó que al menos el 64 % de ellas admitía haber deseado un varón desde el principio. Algunas de las encuestadas, en realidad acabaron teniendo niñas y se dijeron "conformes" con cierta resistencia.

Pero hay algo que investigaciones como la ya mencionada no quisieron ver: el favoritismo de las madres hacia los varones no está condicionado por ellas mismas, sino por la sociedad y el sistema en el que se forman.

En algunos países tener una mujer es sinónimo de desventaja

En países que aún no han alcanzado el desarrollo total, pero se encuentran en vías de serlo, tener una niña significa una desventaja por múltiples factores de cuidado, genealogía y estigma, según Joyce J. Endendijk y Marleen G. Groeneveld, académicas especiales en la temática. 

En su investigación, las mujeres investigadores dicen que las madres que conciben varones tienen una mejor imagen ante comunidades más conservadoras. 

Pero no existe un manual para aquello, debido a que las razones varían según región. En India y China, por ejemplo, si se tiene un varón en la familia, ésta tendrá entonces un mayor estatus de linaje y seguridad económica, incluso a futuro. 

Sin embargo, en países como Chile y en general de América Latina, las razones por las que las madres prefieren tener niños tienen que ver con criterios superficiales.

Existen variadas condiciones externas que pueden hacer que las madres rechacen la idea de tener niñas, y por lo tanto, su favoritismo hacia la “seguridad” que daría un niño, sea interpretado como un mayor cariño hacia esa parte más que a la otra.

A pesar de que la sociedad actual está presentando cambios profundos, lo cierto es que, al parecer, aún quedan vestigios del pasado en esta “brecha emocional" que es, en realidad, social. 

 

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