Sobrevivió a lo imposible: Violador le cortó ambos brazos y la arrojó por un acantilado
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La adolescente buscaba llegar hasta el cumpleaños de su abuelo haciendo dedo, una práctica común en la época
La historia de Mary Vincent es desgarradora y asombrosa. Todo comenzó en el otoño de 1978, cuando tenía tan solo 15 años. Mary decidió hacer dedo para asistir al cumpleaños de su abuelo, quien vivía a una considerable distancia de su hogar en Las Vegas. La adolescente esperaba cumplir su sueño de ser bailarina al estar cerca de Hollywood.
Mientras hacía dedo en una autopista, fue abordada por un hombre mayor llamado Lawrence Singleton, quien se ofreció a llevarla. Sin saber que estaba en manos de un perturbado y violento agresor, Mary aceptó subirse al vehículo. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que algo andaba mal.
Singleton condujo por un camino diferente y luego de un momento, detuvo el auto. Atacó brutalmente a Mary, dejándola indefensa y en un estado crítico. La violó repetidamente y, finalmente, la mutiló, cortándole ambos brazos. Después de este horrendo acto, la arrojó por un acantilado, creyendo que moriría allí.
A pesar de sus heridas y la situación desesperada, Mary luchó por sobrevivir. Con valentía y determinación, se arrastró fuera del cañadón y llegó a la autopista, donde logró pedir ayuda. Fue trasladada rápidamente a un hospital, donde comenzó su arduo proceso de recuperación, relata Infobae
Lucha contra su agresor
Años después, Mary enfrentó a su agresor en el juicio, testificando valientemente en su contra y logrando que fuera condenado a prisión. Sin embargo, tras su liberación, Singleton cometió otro horrendo crimen, lo que llevó a Mary a testificar nuevamente y asegurarse de que esta vez no escapara de la justicia. Singleton fue condenado a muerte y, aunque no fue ejecutado, finalmente falleció de cáncer en prisión.
A pesar de los desafíos y la angustia, Mary se convirtió en una sobreviviente ejemplar. Aprendió a utilizar prótesis en lugar de sus brazos, lo que le permitió llevar una vida independiente. A través del arte y el apoyo a otras víctimas, Mary encontró un propósito y un camino hacia la sanación.
Aunque la vida de Mary no ha sido fácil, su valentía, fortaleza y determinación han sido inspiradoras para muchas personas. A través de su historia, ha demostrado que el poder de superar la adversidad reside en la resiliencia y en la elección de convertirse en una sobreviviente, no solo en una víctima.