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Pensamientos obsesivos: ¿Cómo dejarlos ir?

  • Por: Genesis Muga
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Nuestra mente está expuesta constantemente a pensamientos que, cuando son reiterados, pueden causar trastornos del ánimo que afectan directamente en nuestro bienestar. 

Las situaciones que genera nuestra mente pueden provocar angustia y patrones obsesivos, por lo que es importante saber detectarlos a tiempo para que la situación no se vuelva aún más grave. 

Los pensamientos de este tipo tienen directa relación con conductas que se encuentran arraigadas desde nuestra infancia, las que usualmente aparecieron para lograr sostener situaciones complejas en la que se nos causó daño. Las consecuencias, entonces, son patrones de pensamientos obsesivos que aparecen sin razón aparente. 

“Cuando pensamos, nuestro cerebro produce sustancias químicas (que son los mensajeros químicos o neurotransmisores) que nos hacen sentir de la misma forma que nuestros pensamientos. Es decir si son agradables, la dopamina nos dará una sensación de bienestar, por el contrario, si nuestros pensamientos se tornan obsesivos o desagradables nuestro cerebro activa los neuropéptidos que replican una y otra vez sensaciones en el cuerpo en forma de miedo, rabia, autodesprecio o culpa”, explica la psicóloga Paula Hormazábal. 

Además, la profesional indica que “identificar las ideas arraigadas que dan origen a nuestros pensamientos acerca de las cosas, va a ayudar a mantenernos en armonía y va a ser determinante en el bienestar de nuestra salud mental”. 

Pero una vez que se tienen estos pensamientos, ¿cómo es posible abordarlos?

Lo primero es saber que no podemos controlar cada cosa que pensamientos, sin embargo, sí podemos autorregularlos. Una alternativa para esto, explica Hormazábal, es la meditación. 

“Una gran alternativa es la práctica de Mindfulness o Atención Plena, que consta en entrenar a nuestros pensamientos, así como también proporcionándonos la capacidad de atender nuestras necesidades en tiempo presente, sin teñir nuestras experiencias con lo almacenado en nuestra memoria”, explica. 

La experta indica que son tres los puntos principales que debemos observar para evitar la aparición de pensamientos rumiantes. 

Aceptar la experiencia sin enjuiciar: 

Los juicios son una forma de categorizar la realidad, lo que hace que no nos fijemos en lo que sucede en nuestro cuerpo y mente, haciendo que lo que sucede aquí y ahora se impregne de recuerdos pasados que pueden crear una falsa realidad. Saber detectarlos puede prevenir la aparición de pensamientos circulares. 

Observarnos constantemente:

Los pensamientos obsesivos nos anclan a situaciones o emociones pasadas que traen aparejadas formas de comportarnos, por esta razón, el poder parar un segundo antes de reaccionar con el propósito de observar, nos ayudará a detener la generación de pensamientos que nos roben la calma.

Evitar las etiquetas:

Las etiquetas, como decir que algo es bueno o malo, por ejemplo, nos lleva a teñir nuestra experiencia en el presente con formas con las cuales hemos actuado antes cuando esa situación nos pareció buena o mala, es por ello que para liberarnos de las categorías generadas por los pensamientos obsesivos  debemos intentar mantenernos atentos al presente.

Cuando los episodios de pensamientos obsesivos se repiten, las consecuencias pueden detonar en trastornos del ánimo o incluso en estados depresivos, asegura Paula Hormazábal, por lo que “hacer consciente que se tiene esta tendencia a entrar en este tipo de pensamientos es crucial para poder trabajarlos, de esta manera podemos aliviar no sólo nuestra mente, sino que también  nuestra emocionalidad”.

La psicóloga clínica especialista en psicoterapia femenina, hace un llamado a que en el caso de necesitarlo, es fundamental buscar ayuda de un profesional de la salud mental para trabajar este tipo de pensamientos. 

Cuando se está viviendo una situación que de inestabilidad emocional, es común que aparezcan pensamientos obsesivos, haciendo que “la emoción que se esté viviendo en el momento puede causar el anclarse a una idea de la cual surjan como ramas pensamientos obsesivos que generan una distorsión de la realidad y que lamentablemente en muchas ocasiones no es positiva, dado que distancian a las personas de la estabilidad emocional que se requiere para llevar una vida armónica en un espacio emocional seguro”, finalizó Hormazábal. 

 

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