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“Era un dolor horrible e intenso”: Relato de la mujer que terminó con una lanza enterrada en el cuello

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La mujer sufrió un intento de asalto en Curacautín que terminó con una lanza de metal enterrada en su cuello.

Mariela Franco, de 28 años relató a Las Ultimas Noticias lo vivido el pasado domingo 18 cuando sufrió un intento de asalto en las cercanías de la Plaza de Armas de Curacautín. En el lugar fueron abordadas por 3 personas, una de ellas antigua amiga, pero al verse frustrado el asalto uno de ellos arrojó una lanza que terminó incrustada en su cuello.

Dos amigas transitaban en auto por el centro de Curacautín, cuando Mariela vio a una antigua amiga que le hacía señas, al acercarse al auto llamó a otros dos compañeros que intentaron asaltar a las mujeres.

“Esa mujer que nos hizo parar fue mi amiga en el pasado, por eso la quise saludar. Cuando se acercó a mi ventana gritó ‘Ahora’, y aparecieron dos tipos, uno con una pistola que nos apuntó frente al parabrisas; nos amenazaron y nos dijeron que entregáramos todo”, relató Mariela al medio citado.

Los sujetos dispararon y uno de ellos arrojó la lanza hacia el parabrisas, pero no fue hasta que arrancaron que se dieron cuenta que la lanza estaba enterrada en el cuello de la copiloto, trasladándose rápidamente a un centro de salud.

“En ese instante me vino como un golpe de adrenalina, porque no sentí dolor. Luego, miré hacia el lado y vi un tremendo fierro que salía por la ventana. Me toqué la cabeza y tenía sangre; ahí me di cuenta que tenía la barra enterrada”, detalló.

Angustia, dolor e impunidad 

“Atiné a afirmar la barra con mis manos y me quedé tal cual hasta que llegamos al hospital, encima de mi amiga. No me movía. Cuando íbamos en el auto sentí el dolor, porque saltábamos en los lomos de toro y me pegaba en el techo. Era un dolor horrible e intenso, no lo podía soportar. Yo pensé que me iba a morir”, recuerda la afectada

“Hasta hace un par de días todavía sentía que tenía el peso del fierro en la cabeza. Tenía dos orificios que luego me cosieron; uno por donde entró la barra y el otro por donde salió. Por las noches no puedo dormir, me da fiebre, no encuentro una posición para descansar del dolor”, confiesa.

Dos de los asaltantes se encuentran en prisión preventiva, sin embargo, el que arrojó la lanza sigue libre. Habitantes de la comunidad indican que el sujeto anda suelto por el barrio, aun estando identificado el hombre no ha sido detenido.

“Anda suelto por el barrio. Me lo han dicho los vecinos. La gente me llama por teléfono gente y me dicen a los lugares que va. Eso me da mucha inseguridad. No he salido de mi casa”, señaló la mujer de 28 años

“Me da mucha impotencia que no detengan al responsable. Esto ha sido muy fuerte para toda mi familia. Incluso en el colegio un compañero de curso se burló de mi hija; simuló que le iba a enterrar la escoba. La gente se burla”, sentenció.

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