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Profesora cristiana dejó su carrera y ahora vende contenido sexual: “Dios acepta, no juzga”

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La mujer que ya es toda una estrella en la industria del contenido para adultos no tiene conflictos entre su fe y su trabajo.

Courtney Tillia de 34 años dedicó gran parte de su vida a dar clases a niños con necesidades especiales, mantener su casa y a sus cuatro hijos. Pero con el sueldo de profesora apenas les alcanzaba para vivir bien.

“Cuando era maestra, mi familia realmente tenía problemas económicos”, explicó en una entrevista a The New York Post. “De repente me encontré en un lugar realmente oscuro. Estaba comenzando a odiar mi trabajo y esa oscuridad comenzó a extenderse a otras áreas de mi vida", detalló.

Courtney tiene una maestría en educación especial, se refirió al ultimo trabajo de maestra que tuvo antes de conocer Onlyfans. Durante 6 años hizo clases en una escuela alternativa en Phoenix para niños con necesidades especiales.

Inicialmente incursionó en el mundo fitness y el modelaje, hasta que llegó el momento de desnudarse y le gustó. "Al principio estaba nerviosa”, dijo. “Pero una vez que comenzamos, me sentí tan liberada y libre. Finalmente me sentí como yo misma de nuevo", agregó.

La mujer también se refirió a cómo le ha afectado la pandemia "He estado ganando aún más dinero durante la pandemia porque la gente estaba atrapada en casa y quería disfrutar de mi contenido", explicó.

Conflicto religioso

“Antes de dejar la enseñanza, me sentía muy desconectada de mí misma y también de Dios. No sabía cuál era el propósito de mi vida o cómo debía ayudar a los demás”, expuso. “El mensaje de Dios ha sido muy claro: estoy aquí para ser una estrella porno. Esta es mi forma de servir”, relató a Daily Star.

A pesar de su convicción, en un principio llegó a la industria cargada de prejuicios y negatividad frente a cualquier acto sexual o erótico. Courtney sentía que las “expresiones sexuales eran incorrectas e inmorales”.

Pero con el tiempo se quitó los prejuicios de encima y ahora entiende que Dios la puso en ese camino. “Dios es amoroso, no temeroso. Él acepta y no juzga”, dice.

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