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Pareja que terminaba dos veces por semana se esposó para superar los problemas

  • Por: Paula Muñoz
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Un insólito método adoptó una pareja ucraniana para arreglar los problemas en su relación: decidió esposarse por tres meses, algo que llaman su “experimento” del Día de San Valentín.

Ahora, con las esposas en sus muñecas y unidos el uno al otro, la pareja esposada compuesta por el vendedor de autos Alexandr Kudlay, de 33 años, y la esteticista Viktoria Pustovitova, de 28, deben hacer todo juntos: ir al baño, comer, dormir, todo.

Según explicó Alexandr a Reuters en su departamento en Kharkiv, donde ambos están viviendo, fue él quien le dio la idea a su pareja, luego de que ésta fuera de nuevo a terminar con él. Ambos peleaban constantemente, y solían romper la relación.

Solíamos romper una o dos veces por semana. Durante otra pelea, Vika volvió a decir que teníamos que romper, y le respondí: 'Entonces te esposaré a mí'', dijo el joven.

Viktoria colgó el teléfono cuando su novio le dijo tal disparatada idea. Sin embargo, con el tiempo cambió de parecer. y ya llevan un mes esposados.

Decidí que será una experiencia interesante para mí, que traerá a mi vida nuevas emociones brillantes que no había experimentado antes”, dijo Pustovitova.

"Lo amo, así que tomé la decisión de hacerlo", dijo Viktoria, quien junto a su novio suben todo lo que hacen en la cuenta de Instagram @wecontacted, donde comparten fotos y retratan una convivencia idílica, con subtítulos que enfatizan la importancia del respeto y la comprensión mutuos. 

“Seguimos peleando”

Según Alexandr, se están acostumbrando a estar esposados: “En cuanto al confort físico, con el paso de los días nos vamos acostumbrando cada vez más. Se vuelve más fácil ”. 

No obstante, este “experimento” les ha traído ciertos problemas, como un sarpullido en el brazo de Viktoria. 

Sobre la convivencia, señalan que siguen peleando. Aunque a diferencia de antes ahora no pueden marcharse. 

“Las peleas entre nosotros no desaparecieron, seguimos peleando. Pero cuando nos acercamos a un callejón sin salida y no hay entendimiento entre nosotros, simplemente dejamos de hablar en lugar de empacar nuestras cosas y marcharnos ”, dijo Kudlay.

 

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