Estas son las 5 lecciones de amor que aprendiste a los 30 años

A ver, ¿Ya pasaste la barrera de los 30 o estás a punto de hacerlo? Pues ¡Felicitaciones! Pasaste al siguiente nivel y, déjame decirte que sí, los 30 son muchísimo mejores que los 20. Y es que como mujer, ya estás resuelta, tienes la seguridad y el autoestima necesarios para enfrentar cualquier cosa, sobre todo en el terreno amoroso. Ya sabes lo que quieres, cuáles son tus prioridades y no estás dispuesta a perder tu tiempo.

Así que si te hace sentido de lo que te estamos hablando, te darás cuenta de que este viaje por el tercer piso, es una ventaja, pues ya te sabes al revés y al derecho numerosas y evidentes lecciones que te hacen mirar el amor de una perspectiva distinta. Incluso, hasta restándole importancia.

Por lo mismo, a continuación te enumeraremos algunas de estas lecciones para refrescarte la memoria y ayudarte a seguir adelante con ese empoderamiento del que -de seguro- te sientes orgullosa. Ahora, hagamos el recuento ¿Estás lista?

1. Ese “hombre maduro” que intentó conquistarte a tus 20 no era interesante, más bien, era un loser.

A ver, te aseguro que durante tus 20 años algún tipo mayor que tú intentó conquistarte, invitarte a salir o incluso, lo logró, pero tiempo después descubriste no era lo que decía ser. Así que ya sabes que las frases armadas como: “Eres arte”, “eres muy madura para tu edad”, "yo jamás te haría sufrir", son sólo chistes de los que ahora te ríes. Ya nadie te duerme con los mismos discursos que te cautivaban a esa edad. 

Obvio, ya no caes rendida ente el primer “genio incomprendido", "individuo sensible" o "artista existencialista" que se te cruce por delante… ¡NO! Fácilmente detectarás que, en la mayoría de los casos, sólo se trata de un ente con poco arrastre entre las mujeres de su edad... y sí, tiene una nula responsabilidad afectiva.

2. Está bien terminar una relación larga.

¿Duraste ocho años pololeando y terminaste? Felicidades, tiene muchísimo que recorrer por delante y no, ¡Jamás será tiempo perdido! De hecho, esa relación te hizo ganar bastante experiencia y también te da la oportunidad de vivir nuevamente la soltería y reencontrarte contigo misma.

Sal, disfruta, enfócate en ti y en lo que quieres. Tal vez, después de esta gran ruptura puedas entender que a veces también es natural pedir ayuda, recurrir a terapia y también acudir a una dosis de alcohol con las amigas... pero nada más. 

 

4.  Estás en tu mejor momento.

¡Y nadie te puede decir lo contrario! Cada edad tiene su lado positivo y los 30 aún más. Tal como te mencionamos anteriormente. Detrás de esta edad hay experiencia, estabilidad emocional, seguridad y claridad absoluta de cuáles son tus prioridades, proyecciones y sueños.

Así que no tengas miedo de decir lo que quieres y mostrar cómo eres. A esta edad, incluso, es posible que atraigas parejas mucho más estables, sólidas y enriquecedoras. Si quieres formar una familia, si quieres disfrutar tu soltería y libertad sexual, o si quieres experimentar una relación abierta, ¡Este es el momento!

5. De todas las lecciones la más importante: Lo primero eres tú. 

El auto-cuidado será tu gran aliado para los próximos años. A partir de los 30, surgirá en ti un deseo de conocerte y cuidarte como nunca lo hiciste. No sólo físicamente, sino intelectual y emocionalmente.

¡Sigue tu instinto! Toma una clase de aquello que siempre deseaste, regresa a la universidad por algún curso específico, haz ejercicio, o procura todo aquello que te haga sentir realizada. ¡Te lo agradecerás más tarde!