Policía acusó a su hijo de 4 años de dispararle a su esposa, pero había sido él
- Por: Paula Muñoz
El hombre mintió acusando a su hijo de 4 años de dispararle a su propia madre para ocultar lo que hizo.
Un terrible caso se dio a conocer en Argentina sobre un hombre que asesinó a su pareja y luego cargó la culpa en su propio hijo, de solo 4 años de edad.
El hecho ocurrió en Mendoza a fines de noviembre de 2022, cuando Valeria Ramírez, de 26 años, falleció en el Hospital Central tras recibir un disparo en el rostro que le destrozó el maxilar y atravesó la zona izquierda del tórax, indica TN.
El hecho ocurrió en el hogar de la joven, en donde se encontraba con su pareja, el policía argentino Franco Nicolás Cuello, y su hijo de solo 4 años, quien presenció el crimen.
El 911 tomó conocimiento de una mujer baleada en el lugar y la policía se dirigió a la casa.
Cuello relató a sus colegas que todo ocurrió porque, mientras él limpiaba su pistola, su hijo tomó en un descuido el arma y disparó contra su propia madre.
Descubren la mentira
A las pocas horas, la coartada del sujeto comenzó a caerse gracias al barrido electrónico que le hicieron a él y a su hijo, una técnica que permite encontrar residuos del arma en la persona que la usó.
La prueba fue clara: había restos de pólvora en brazos, manos y cuello del policía, mientras que en el menor no encontraron nada.
Asimismo, el pequeño fue llevado a una habitación acondicionada para estos casos con psicólogos, donde confirmó las sospechas asegurando que “mi papá le disparó a mi mamá”.
Al pasar las horas y las sospechas encima, Cuello cambió su versión y señaló a sus colegas que fue él quien disparó a la mujer, pero mantuvo que todo había sido un “accidente”.
No obstante, la fiscal a cargo de la investigación, Claudia Ríos, afirmó que hubo una discusión entre la pareja antes del disparo. Además, los informes forenses confirman que el disparo fue a corta distancia, entre 20 y 60 centímetros.
Cuello quedó en prisión preventiva a la espera del juicio en su contra y fue imputado por femicidio, cuya pena es la prisión perpetua.
En una charla con El Sol, la familia de Ramírez sigue defendiendo que el hombre disparó “accidentalmente”, pese a las pruebas en su contra. “Fue mi sobrino durante un descuido”, señala la cuñada del acusado. “Espero que la Justicia haga las cosas bien, porque mi cuñado tiene que estar con sus hijos y no detenido”.