Nueva Zelanda dará licencia a parejas que perdieron a su bebé en el embarazo
- Por: Paula Muñoz
El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó por unanimidad un proyecto de ley que otorgará un permiso remunerado de tres días para los padres que hayan perdido a su bebé en el embarazo.
Esta es una mejora en la legislación de dicho país, que actualmente ya tenía una licencia para pérdida gestacional, pero que era aplicable sólo a pérdidas que ocurrieran luego de las 20 semanas. Ahora se extiende para todo el embarazo.
La ley comenzará a regir dentro de la próximas semanas, e incluye a padres que hayan perdido a su bebé por aborto espontáneo o muerte fetal. No toma en cuenta los otros tipos de abortos, que son legales en el país.
Según Ginny Andersen, miembro laborista del Parlamento y quien redactó el proyecto de ley, este proyecto pretende dar un tiempo en compañía para recuperarse del trauma de la pérdida
“Sentí que les daría a las mujeres la confianza de poder solicitar ese permiso si sienten que lo necesitan en lugar de obligarse a ser estoicas y seguir adelante con sus vidas. Se necesita tiempo para superar física o psicológicamente algo así”, explicó Andersen.
El duelo por la pérdida gestacional
Según explica a El País Paul Cassidy, sociólogo, antropólogo e investigador en Umamanita, la pérdida de un bebé es un gran shock tanto para la mujer como para el padre. Por esto, es importante que los padres vivan un “periodo de duelo” para que surjan los sentimientos.
“Tradicionalmente, cuando la pérdida se produce por debajo de las 20 semanas se trata como una categoría inferior o incluso completamente invisible, “una de esas cosas” de vida reproductiva. Por lo tanto, a menudo los avances que hemos visto con respecto a las pérdidas en el último trimestre no son replicados con respecto a las pérdidas en el primer y segundo trimestre. Esto, a pesar de la evidencia que la edad gestacional no es un buen indicador de la intensidad de duelo o la experiencia de pérdida”, señala.
Además, aclara que aunque no se experimente la pérdida como un duelo, de todas formas la persona necesita un tiempo para recuperarse físicamente y emocionalmente.
“Perder un embarazo es un evento importante en la vida y no debería ser tratado de forma superficial”, explica.