Sin embargo, lejos de provocar los efectos deseados, sus mejillas comenzaron a agrandarse severamente y se fueron cayendo. Tras esto, ha vivido con los efectos de esta cirugía clandestina, ya que no tiene el dinero suficiente para operarse y arreglar el rostro.
“Lamento habérmelo puesto. Creo que es importante advertir a la gente que no lo repita y no haga lo mismo. Hay un montón de travestis y transexuales que están empezando y que piensan que ponerse silicona es una maravilla. La silicona industrial no es una maravilla, sino un peligro”, dijo Oliveira.
Juju sufre constantes burlas de la gente, habiendo incluso algunos que la llaman cruelmente “Fofao” (personaje infantil de TV de Brasil). Según The Sun, inició una campaña para reunir fondos para su intervención, pero no tuvo éxito.
“Hoy estoy muy triste. Sabiendo que no me operaré, que seguiré con la cara así, toda deformada. Y que la gente se seguirá burlando de mí”, señaló luego de tener que bajar la campaña.
Aunque señala que ya no le importa su apariencia, todavía la joven pide ayuda por razones de salud y por el bullying sufrido. Por eso, pide apoyo para conseguir un médico que pueda operarla.