Dos menores fueron llevados a hogares de acogida por no bajar de peso
- Por: Paula Muñoz
Una jueza determinó que dos menores ingleses con sobrepeso severo, un adolescente de 17 y una niña de 13 años, fueran llevados a hogares de acogida luego de que sus padres no lograran que bajaran de peso, señalan medios británicos.
La jueza Gillian Ellis señaló que la decisión se basa en el estado de salud de los dos menores de Sussex Occidental, ya que si siguen con sus padres “sus necesidades de salud seguirán siendo desatendidas y seguirán engordando”.
Ellis señaló que los trabajadores sociales del condado de Sussex, quienes venían trabajando desde hace años con la familia, le habían proporcionado membresías en gimnasios y cursos en “Weight Watchers” (programa fitness), y Fitbits (pulsera para monitorizar la actividad y el peso).
Pero que aún así no lograron bajar de peso. "Se suponía que los niños debían proporcionar grabaciones de sus Fitbits, pero esto no se había hecho”, dijo la jueza, agregando que "la asistencia de la familia a Weight Watchers había sido inconsistente".
Los niños aumentaron constantemente de peso, incluso en el procedimiento de los servicios sociales. "La madre culpó al encierro por la incapacidad para hacer ejercicio, pero aún así se podía hacer en casa o caminando afuera”, dijo la jueza.
Por esta razón, según el fallo publicado el miércoles, los niños serán llevados a hogares de acogida en un largo plazo.
“Es un caso muy triste e inusual”
Según indicó la jueza, es un caso muy inusual, ya que los niños vienen de una familia amorosa “claramente habían tenido una muy buena crianza, ya que eran educados, brillantes y atractivos".
Sin embargo, los padres “no estén satisfaciendo las necesidades de salud de los niños”, y han mostrado una “incapacidad para ayudar a los niños a manejar esta condición”.
El fallo viene en la necesidad de los adolescentes de "aprender formas de vivir de manera más saludable" y "mejorar su salud al perder peso".
“Los padres no parecían comprender la seriedad de las preocupaciones de las autoridades locales. No lograron establecer límites para los niños ni promover la alimentación saludable y el ejercicio”, señaló el fallo.
Incluso luego de la intervención de los servicios sociales,los trabajadores veían que en la casa de los menores había paquetes de papas fritas, tarrinas de helado y bebidas gaseosas no light.
El sobrepeso de los jóvenes no solo les traían problemas de salud, sino que eran acosados en la escuela y tenían baja autoestima.
"Estoy convencida de que esta orden es necesaria y proporcionada para ambos niños, en vista de los riesgos graves y de por vida que representan para su salud física y mental si no se hace nada para cambiar su estilo de vida", dijo la jueza.