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¿Cómo ha sido aplicada la ley de aborto en Argentina tras un año de su aprobación? Expertas advierten desigualdad en el acceso

  • Por: Genesis Muga
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Ya cumplió un año la ley que permite que las mujeres aborten de forma voluntaria hasta las 14 semanas de gestación en Argentina. A pesar del gran avance que significa esta ley en materia de derechos reproductivos, aún quedan muchos desafíos por cumplir, sobre todo los ligados a la desigualdad que existe entre provincias y la calidad que existe entre las interrupciones. 

Fue el 30 de diciembre de 2020 que el Congreso argentino resolvió la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), la que entró en vigencia el 24 de enero de 2021 como una forma de interrumpir el embarazo de forma segura, gratuita y legal en todos los sistemas de salud del país, que debe realizarse en un plazo de diez días desde que se presenta su requerimiento.

“Este año fue intenso”, comenzó diciendo a la Agencia Efe la directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del país trasandino, Valería Isla. Y es que, fue ella una de las encargadas de construir la política pública con protocolos, capacitación de equipos y sensibilización de las autoridades políticas en la materia. 

Luego de haberse puesto en marcha, al 30 de noviembre pasado 32.758 mujeres decidieron interrumpir su embarazo en el sistema público del país. 

También creció el número de centros de salud que garantizan que la práctica se lleve a cabo de 903 recintos registrados a 1.243 que existe actualmente. La meta, eso sí, es alcanzar los 5.500 durante este año.

El Ministerio de Salud argentino incrementó la distribución de Misoprostol, medicamento utilizado para realizar la interrupción del embarazo a 46.283 tratamientos, mientras que hace un año ese número solo alcanzaba los 18.560

El aborto voluntario legalizado ha convertido a Argentina en un referente latinomericano en avances sociales. Estefanía Cioffi, médica de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, dijo que “lo principal es que cambió totalmente el paradigma”, donde los profesionales decidían aceptar o no la justificación de la interrupción a “la autonomía de una persona”.

La profesional considera que en Argentina la legalización del aborta de presenta como un “cambio importante”, que hace que las mujeres en la actualidad se sientan “más seguras” al realizar el procedimiento. Además, Cioffi dijo que ahora existe “menos estigma” que antes y mayor “aprobación social”. 

Si bien la medida ha ampliado su cobertura en los hospitales y centros médicos del país, ahora una preocupación es la disparidad que existe entre provincias que no tienen acceso al aborto. 

Algunas de las provincias que tienen gran diferencia en el acceso son Corrientes, San Juan, Santiago del Estero y Chaco, que se presentan como las “más críticas”, de acuerdo a lo dicho por Isla. 

Sin embargo, la profesional acusa un tema igual de preocupante en el país que corresponde a la falta de respaldo por parte de los jefes de servicio o los directores de los centros hospitalarios a profesionales que no tienen objeción de conciencia, el que obliga a la derivación del paciente. La directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del país trasandino expresó en la entrevista que “sin duda el apoyo político e institucional es clave”.

Las agrupaciones que no simpatizan con la legalización siguen aún activas en Argentina e iniciaron 36 acciones judiciales en contra, de las que 24 fueron rechazadas, 4 archivadas y 11 continúan en tramitación. 

“Se rechazó la mayoría de las presentaciones que hicieron y muestra que la ley es muy robusta y contundente, pero genera hacia el sistema de salud y los equipos inestabilidad, tiene un efecto negativo”, dijo Valeria Isla.

Quienes sí están a favor, buscan “poner foco en la calidad y en la no violencia” de las interrupciones, además de ampliar el acceso a los anticonceptivos y profundizar en la educación sexual de las personas, elemento clave en la materia. Además, Cioffi e Isla coincidieron en que deben “dar un salto en la calidad” y que se debe facilitar el uso de Mifepristona en el país, ya que mezclado con el Misoprostol, aumenta la efectividad y además disminuiría los efectos adversos de la interrupción del embarazo.

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